El presidente republicano está ejerciendo presión sobre la institución más adinerada del país, buscando obligarla a modificar su estructura interna y sus normas operativas. En un movimiento que ha generado controversia, el mandatario ha amenazado con retirar un total de 2.200 millones de dólares en fondos federales si no se implementan los cambios solicitados. La medida ha sido recibida con escepticismo y preocupación por parte de diversos sectores, que advierten sobre las posibles repercusiones económicas y sociales de un recorte de tal magnitud. Este enfrentamiento subraya las tensiones entre el gobierno y entidades que gozan de fuerte influencia y recursos.
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