En Ginebra, la Asamblea Mundial de la Salud se ha congregado esta semana con el propósito de discutir el Tratado de Preparación ante una Pandemia. Este documento busca revolucionar la manera en que el mundo responde a las crisis sanitarias, en un esfuerzo por incorporar las lecciones aprendidas durante la pandemia de COVID-19.
El tratado propone compartir información, asegurar el acceso equitativo a vacunas y tratamientos, y fortalecer los sistemas de salud a nivel global. Protagonistas de la crisis sanitaria han destacado la urgencia de este acuerdo. La pediatra argentina Margarita Castrillón recordó cómo, en medio de la adversidad, la comunidad y la empatía se transformaron en una fuerza movilizadora. Señaló la importancia de apoyar a los profesionales de la salud con remuneración justa para garantizar la continuidad de la atención médica.
En Nueva York, el médico Evgeny Pinelis relató su experiencia en una UCI sobrecargada, subrayando la persistente falta de preparación y el caos vivido. Alertó sobre la necesidad de aprender de estas experiencias para prevenir desastres futuros.
Por su parte, el cirujano Chen Jingyu, desde Wuxi, China, destacó la necesidad de sistemas de salud más justos y accesibles. Abogó por un enfoque de cooperación internacional, viendo en el tratado una oportunidad para una respuesta más efectiva ante pandemias.
Las comunidades indígenas también han alzado su voz a través de Marcos Terena de Brasil, quien resaltó la importancia de un pacto global que priorice la vida y dignidad de todos los seres humanos, después de sufrir pérdidas significativas.
Jóvenes como Nikhil Gupta en India han tomado la iniciativa de educar y apoyar a sus comunidades. Gupta subrayó la relevancia del trabajo local y la necesidad de que el tratado considere las voces de aquellos en la base de la pirámide social.
Finalmente, la periodista mexicana Alejandra Crail destacó que la salud debe implicar no solo acceso a vacunas, sino también al bienestar mental y emocional. Su llamado a los líderes mundiales es claro: construir un sistema que proteja especialmente a los más vulnerables.
Este momento crucial en Ginebra puede definir la forma en que el mundo enfrentará futuras amenazas sanitarias. Las historias y testimonios de quienes vivieron de cerca la pandemia recuerdan la resiliencia humana y la necesidad imperiosa de no repetir los errores del pasado.