La milicia chií libanesa Hizbulá lanzó más de un centenar de cohetes hacia Haifa, en el norte de Israel, en respuesta a la ampliación de la operación militar israelí en Líbano, que ahora cuenta con una cuarta división desplegada y más de 15.000 soldados presentes. El líder adjunto de Hizbulá, Naim Qassem, declaró que el grupo mantiene sus capacidades militares intactas tras las bajas de su cúpula y ha intensificado sus ataques con cohetes y drones, mientras que Israel ha afirmado realizar operaciones selectivas contra bastiones de Hizbulá, eliminando a cientos de combatientes y destruyendo infraestructuras. A pesar de las hostilidades, Qassem expresó su apoyo a los esfuerzos diplomáticos liderados por Nabih Berri para alcanzar un alto el fuego.
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