El oro ha alcanzado un hito histórico al superar los 4.500 dólares por onza, marcando su mejor año desde 1979 con un incremento del 72,5% en 2025. Esta escalada está impulsada por las expectativas de compras masivas de los principales bancos centrales para 2026, así como por la inminente reducción de los tipos de interés en Estados Unidos y la persistente inestabilidad geopolítica. A su vez, el dólar se deprecia, facilitando la adquisición del metal precioso. Paralelamente, la plata y el platino también han experimentado aumentos significativos en sus valores, con alzas del 149% y 163% respectivamente en lo que va del año.
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