Ajustar los horarios de las comidas principales, como el desayuno, la comida y la cena, se presenta como una estrategia efectiva para controlar el peso y mejorar la salud en general, según indican expertos en nutrición y salud. Estos especialistas destacan que más allá del contenido nutricional, la sincronización de las ingestas diarias puede tener un impacto significativo en el metabolismo y en la regulación del apetito, optimizando así el bienestar físico. Recomiendan establecer horarios regulares para cada comida, enfatizando que esta práctica puede ayudar a mantener un equilibrio energético adecuado y a prevenir el aumento de peso no deseado.
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