El inicio de la etapa universitaria se presenta como un periodo crítico para la salud mental de los jóvenes, según un estudio internacional encabezado por el Instituto de Investigación del Hospital del Mar. Los resultados revelan que los estudiantes universitarios sufren una mayor prevalencia de ideación y conductas suicidas en comparación con el resto de la población.
Esta investigación, parte de la World Mental Health International College Student Initiative y liderada por la Universidad de Harvard, encuestó a cerca de 73,000 estudiantes de 71 universidades en 18 países. Los hallazgos son preocupantes: el 47% de los encuestados confesaron haber considerado el suicidio en algún momento, y un 10% intentó acabar con su vida.
El estudio destaca que los eventos traumáticos durante la infancia y la presencia de padres con trastornos mentales son factores de riesgo significativos. Los estudiantes transgénero, en particular, enfrentan un riesgo 2.4 veces mayor de ideación suicida y 3.6 veces mayor de intentos suicidas respecto a sus compañeros.
Investigadores señalan que el abuso emocional, el trastorno depresivo severo y el trastorno bipolar son cruciales predictores de conductas suicidas. Además, el estrés emocional que acompaña la transición a la vida universitaria exacerba las dificultades mentales existentes, incrementando la fragmentación social y los problemas académicos.
Los doctores Philippe Mortier y Jordi Alonso subrayan la urgencia de aumentar recursos en las universidades para afrontar estos retos y desarrollar intervenciones preventivas efectivas. La detección temprana de factores de riesgo durante esta etapa podría ser esencial para reforzar la salud mental juvenil y mejorar su calidad de vida a largo plazo.
