En un movimiento que ha dejado perplejos a muchos consumidores, HP y Dell, dos titanes en la fabricación de ordenadores, han comenzado a vender ciertos modelos de portátiles con el soporte de hardware para vídeo HEVC (H.265) desactivado por defecto. La decisión, confirmada por ambas compañías y reportada inicialmente por Ars Technica, impacta principalmente en los equipos empresariales de gama de entrada y media, mientras que los modelos premium conservan esta funcionalidad intacta.
El motivo detrás de esta medida no es un fallo técnico, sino una consideración económica. Los crecientes costos de licencia del códec HEVC, controlados por conjuntos de patentes como HEVC Advance, han obligado a HP y Dell a tomar decisiones difíciles. La organización Access Advance, responsable de gestionar estas patentes, aumentó sus tarifas en un 20% a mediados de 2025, imponiendo un nuevo peso financiero a las gigantes tecnológicas.
Aunque los portátiles implicados poseen el hardware necesario para gestionar vídeos HEVC, el sistema operativo Windows no puede utilizar la aceleración por hardware sin el códec adecuado instalado. Dell ha precisado que la desactivación afecta a sus configuraciones estándar y básicas, mientras que HP ha hecho lo mismo en sus últimas series EliteBook y ProBook. Los consumidores, por tanto, experimentan problemas de reproducción y un uso elevado de CPU, a menos que opten por software de terceros o adquieran el códec en la Microsoft Store.
Esta estrategia económica recuerda el camino que ya había tomado la empresa de soluciones de almacenamiento Synology, que en 2024 decidió no soportar la transcodificación de ciertos códecs en sus dispositivos, delegando esa tarea al hardware de los usuarios finales. Aunque la situación no es idéntica, la lógica subyacente es similar: evadir costos de licencias y confiar en que muchos dispositivos de usuario ya pueden manejar estos formatos de vídeo.
La reacción de los usuarios no se ha hecho esperar. A través de foros y redes sociales, la comunidad ha expresado su descontento, señalando una falta de transparencia y sintiéndose defraudada por la omisión de una función que se daba por supuesta en dispositivos de más de 800 dólares. Las críticas se centran en la falta de claridad en las especificaciones y en el impacto negativo que esta decisión tiene en los flujos de trabajo de profesionales y consumidores que confían en estos portátiles para manejar contenido de alta calidad.
Para los afectados, las soluciones incluyen utilizar reproductores de vídeo que incorporen su propio códec HEVC, adquirir la extensión del códec a través de la Microsoft Store o buscar dispositivos y programas alternativos que soporten otros formatos de vídeo. Sin embargo, la mejor recomendación sigue siendo una cuidadosa revisión de las especificaciones técnicas antes de adquirir un nuevo portátil, especialmente si se va a usar para tareas intensivas en vídeo.
En este contexto, la pregunta que muchos se hacen es si el HEVC está encaminándose hacia un declive en las gamas bajas de ordenadores personales. Con el aumento de los costos de licencia y la disponibilidad de alternativas abiertas como AV1, los fabricantes podrían adoptar un enfoque mixto, limitando el soporte completo de HEVC a los modelos de gama alta mientras dependen de terceros y códecs de pago para los dispositivos más económicos. De momento, lo que está claro es que en el mercado de PCs, características antes garantizadas como la decodificación por hardware de HEVC se están convirtiendo en una opción o un extra no incluido.







