En un esfuerzo por llevar la computación cuántica más allá de los laboratorios y hacia aplicaciones industriales tangibles, Hewlett Packard Enterprise (HPE) ha anunciado la formación de la Quantum Scaling Alliance. Este consorcio, compuesto por ocho organizaciones líderes del sector, busca transformar la computación cuántica en una herramienta escalable y práctica que pueda integrarse con la supercomputación clásica para impactar positivamente en sectores como la fabricación de semiconductores, la producción sostenible de fertilizantes y el descubrimiento de fármacos.
La dirección de este ambicioso proyecto recae sobre Masoud Mohseni, arquitecto de sistemas cuánticos de HPE Labs, mientras que John Martinis, reconocido por sus contribuciones a la computación cuántica y Premio Nobel 2025, ejercerá de copresidente desde Qolab. La misión de la alianza es clara: diseñar un superordenador cuántico que no solo sea útil, sino también coste-eficiente, montado sobre la sólida infraestructura del actual ecosistema de supercomputación y semiconductores.
El consorcio agrupa a empresas y entidades educativas de renombre, cada una aportando experiencia específica que abarca desde el diseño de cúbits y circuitos hasta la corrección de errores cuánticos (QEC), ingeniería de materiales y control híbrido cuántico-clásico. Organizaciones como 1QBit, Applied Materials, Quantum Machines y Riverlane desempeñan roles clave en el desarrollo de una solución cuántica completa e integral.
La coordinación de esfuerzos entre estas entidades permitirá abordar desafíos críticos, tales como la fidelidad, la corrección de errores y la estandarización de pilas tecnológicas para asegurar una adopción empresarial más amplia. Bajo la guía de Mohseni, la alianza busca integrar de manera efectiva la cuántica con sistemas de supercomputación existentes, permitiendo una transición más suave hacia un futuro donde estos dos paradigmas computacionales coexistan y se complementen.
En términos de aplicaciones inmediatas, la alianza se ha fijado metas ambiciosas en áreas como la optimización de la logística y las finanzas, así como en el fortalecimiento de la ciberseguridad en el contexto poscuántico. Sin embargo, se espera que los primeros avances se materialicen en prototipos limitados, donde la cuántica muestre ventajas claras en tareas específicas como la química de materiales.
Mirando hacia el futuro, la Quantum Scaling Alliance no solo aspira a acelerar el progreso científico, sino también a preparar a las organizaciones para los desafíos que traerá la seguridad poscuántica, asegurando que las tecnologías emergentes puedan integrarse de manera práctica y sin fricción con las infraestructuras ya establecidas.
El potencial transformador de esta alianza radica en su enfoque global y su compromiso con la integración horizontal desde el comienzo, establecido a través de colaboraciones estratégicas que permiten lo mejor de cada área de la computación y la ciencia de materiales. La esperanza es que, con esfuerzos combinados, la computación cuántica comience a salir del ámbito experimental para convertirse en un componente integral dentro de los centros de computación avanzados, llevándonos más cerca de un futuro donde la cuántica y la supercomputación trabajen en conjunto para resolver problemas complejos que definen nuestra era.








