Para muchos argentinos, la figura del portero moderno, que participa activamente con los pies en el juego aparte de detener balones con las manos, remite inevitablamente a Hugo Gatti, quien marcó un antes y un después en el fútbol hace varias décadas. Gatti, conocido por su estilo atrevido e innovador, rompió con los moldes tradicionales de los guardametas, convirtiéndose en un referente icónico que desafió las convenciones de su época y dejó un legado perdurable en el deporte.
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