Un viajero relata cómo, a lo largo de sus aventuras, una pequeña maleta se convirtió en su compañera inseparable, simbolizando sueños de libertad y deseos de huida. De color marrón y aspecto discreto, la maleta le permitía exploraciones tanto físicas como introspectivas, llevándolo a diversos destinos que dejaron huellas imborrables. Aunque ya no emprende travesías, el autor encuentra en su maleta una fuente continua de imaginación y escape. En medio del asfixiante contexto político actual, abre esa maleta para redescubrir la libertad sin moverse de su lugar.
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