IBM ha dado a conocer una ambiciosa inversión de 150.000 millones de dólares en Estados Unidos para los próximos cinco años. Esta iniciativa se centra en fortalecer su liderazgo mundial en tecnologías avanzadas y reafirmar su compromiso con la industria y el empleo en el país norteamericano.
La empresa, ubicada en Armonk, Nueva York, ha reservado más de 30.000 millones específicamente para investigación y desarrollo (I+D), enfocándose en dos áreas clave: la fabricación de mainframes de última generación y el desarrollo de sistemas de computación cuántica en el país.
Arvind Krishna, presidente y consejero delegado de IBM, destacó que la tecnología no solo construye el futuro, sino que lo define. Con esta inversión, IBM busca mantenerse como el epicentro mundial de la computación avanzada y la inteligencia artificial.
Poughkeepsie, Nueva York, se posiciona como un eje central en esta estrategia. En esta ciudad se producen los mainframes que sostienen más del 70% de las transacciones económicas mundiales. Estos sistemas son fundamentales en sectores como la banca, los seguros y las administraciones públicas, y son vitales para la infraestructura tecnológica de Estados Unidos y otros países.
Por otro lado, IBM ha reafirmado su compromiso con la computación cuántica, acelerando el diseño, ensamblaje y despliegue de estos sistemas desde Estados Unidos. La empresa opera la mayor flota de ordenadores cuánticos del mundo y considera esta tecnología esencial para el futuro de áreas como la ciencia de materiales, la logística y la criptografía.
La red cuántica global de IBM, que incluye más de 600.000 usuarios y cerca de 300 entidades como universidades y compañías del Fortune 500, es un pilar crucial para la colaboración público-privada y la innovación académica.
Además, esta inversión refuerza el papel de IBM como uno de los mayores empleadores tecnológicos de Estados Unidos, alineándose con una estrategia de reindustrialización tecnológica. Se espera que esta decisión impulse el empleo, la competitividad nacional y la seguridad económica, con beneficios a largo plazo.
Con su apuesta de 150.000 millones de dólares, IBM no solo reafirma su posición como líder tecnológico global, sino que envía un mensaje claro: el futuro de la computación, tanto clásica como cuántica, se desarrollará en territorio estadounidense.