Con el fallecimiento del papa Francisco, el proceso para elegir a su sucesor en el Cónclave ya ha generado expectativas. Desde la Iglesia española se augura que será un Cónclave breve, en parte gracias a la fluida comunicación actual entre los cardenales, según César García Magán. Mientras que el arzobispo de Madrid, José Cobo, prevé que será complejo pero no prolongado, ya que las reuniones previas facilitarán el entendimiento entre cardenales. Por su parte, Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat, descartó su candidatura y destacó que el próximo papa debería reflejar un amor profundo por la Iglesia. A pesar de la influencia de los cardenales españoles, no se perfilan como favoritos, con consideraciones de edad como factor determinante para sus posibilidades.
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