Una investigación publicada en la revista Nature Cities revela que la contaminación lumínica está alterando la fenología de las plantas en las ciudades, donde la primavera llega 12,6 días antes y el otoño se retrasa 11,2 días en comparación con los campos. Este fenómeno, observado en el 88,3% de 428 ciudades estudiadas, se suma al efecto isla de calor urbano, intensificando cambios en la vegetación. Los investigadores utilizaron satélites para medir estos impactos, destacando la influencia de la luz artificial en la duración de la temporada de crecimiento. Las luces urbanas, alargando el fotoperíodo, podrían modificar la biodiversidad y la fotosíntesis, con consecuencias aún sin determinar.
Leer noticia completa en El Pais.
