El proyecto europeo IMAGINE ha demostrado que con intervenciones preventivas bien diseñadas y multifacéticas, es posible reducir significativamente las infecciones del tracto urinario (ITU) y el uso innecesario de antibióticos en residencias geriátricas de toda Europa. Después de tres años de investigación en ocho países, los resultados no solo reflejan una mejora sustancial en las prácticas clínicas, sino que también revelan un impacto económico positivo, ofreciendo un modelo esencial para enfrentar uno de los mayores desafíos de salud pública: la resistencia a los antimicrobianos (RAM).
La resistencia a los antimicrobianos es una epidemia silenciosa que provoca más de 35,000 muertes anuales en la Unión Europea y genera costos sanitarios que superan los 1,5 mil millones de euros al año. La Organización Mundial de la Salud ha evidenciado que la resistencia a los antibióticos ha aumentado en más del 40% en los últimos cinco años, mientras que la población de mayores en residencias geriátricas supera los dos millones en Europa, donde muchos tratamientos antibióticos son innecesarios o inapropiados.
En este contexto, los hallazgos del proyecto IMAGINE se presentan como un rayo de esperanza. Coordinado técnicamente por el Institut d’Investigació en Atenció Primària de Salut Jordi Gol y evaluado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el estudio ha demostrado que las intervenciones dirigidas a profesionales sanitarios en residencias pueden lograr una reducción del 27% en las infecciones urinarias tratadas con antibióticos. En países como España, la proporción de infecciones tratadas con antibióticos cayó de un 26,6% a 13,3%, y el uso inapropiado disminuyó en un 23,3% en infecciones no complicadas.
El impacto del proyecto no solo fue clínico, sino también económico. Según el análisis económico realizado, la implementación de estas prácticas en toda la Unión Europea podría generar un ahorro neto de aproximadamente 150 millones de euros anuales. Este ahorro se traduce en la prevención de más de 540,000 infecciones urinarias cada año, con un costo medio de menos de 14 euros por residente. Los países con mayores beneficios proyectados, como España, Alemania, Francia e Italia, podrían ahorrar decenas de millones anualmente, demostrando que invertir en prevención y gestión responsable de antibióticos no solo salva vidas, sino que también es una estrategia económica inteligente.
El éxito del proyecto IMAGINE se basa en una metodología sólida que combina auditorías clínicas, capacitación presencial y online, y una investigación participativa que involucra a profesionales y residentes. Las mejoras en los indicadores de prevención, como el uso correcto de delantales y la higiene de manos, demuestran cómo pequeños cambios en los procedimientos pueden tener un gran impacto en la salud de los residentes y en la reducción de infecciones.
Finalmente, los responsables del estudio enfatizan que estas intervenciones pueden integrarse en políticas sanitarias nacionales y europeas, promoviendo un modelo de atención más responsable y eficiente. La iniciativa también se alinea con la estrategia europea «One Health» contra la resistencia a los antimicrobianos, reforzando la importancia de una acción coordinada que priorice las residencias geriátricas y fomente la participación de todo el personal sanitario y los residentes.
El mensaje es claro: una mejor atención y un uso responsable de antibióticos no solo son posibles, sino que son una inversión inteligente y necesaria para mantener la salud de las personas mayores y la sostenibilidad del sistema sanitario. La experiencia de IMAGINE demuestra que prevenir es mejor que curar y que, con la estrategia adecuada, podemos lograr un futuro donde las infecciones sean menores y las resistencias, controladas.








