Imogen Simmonds, triatleta suiza, ha sido exonerada de un caso de dopaje tras demostrar que la sustancia prohibida ligandrol, detectada en un control antidopaje antes del Campeonato del Mundo Ironman de 2024, se debió a una «contaminación inadvertida» a través de contacto íntimo con su pareja, quien consumía el compuesto sin su conocimiento. La Agencia Internacional de Control Antidopaje (ITA) revocó su suspensión y le permitió regresar a la competición de inmediato. Simmonds, que presentó pruebas de laboratorio para validar su defensa, expresó un profundo alivio y afirmó que este veredicto es crucial para su identidad y carrera. La atleta insta a agilizar y transparentar los procesos que enfrentan los deportistas para defender su inocencia.
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