En un encuentro de la Serie A entre la Fiorentina y el Inter de Milán, el joven futbolista Edoardo Bove protagonizó un momento de preocupación al desplomarse en el campo en el minuto 15 del partido. Inmediatamente, el árbitro detuvo el juego, y las asistencias médicas entraron al terreno para atender al jugador de 22 años, mientras sus compañeros lo rodeaban para proteger su privacidad ante las cámaras. La atmósfera en el estadio Artemio Franchi se tornó tensa, con jugadores visiblemente afectados y algunos al borde de las lágrimas, mientras Bove era retirado en camilla bajo la ovación de los hinchas. La Serie A anunció la suspensión y aplazamiento del partido, subrayando la gravedad inicial de la situación, mientras se aguarda por actualizaciones sobre la salud de Bove.
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