En un caso que ha conmocionado a Estados Unidos, Bryan Kohberger, exprofesor universitario especializado en criminología, fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de cuatro estudiantes en Idaho. A pesar de una exhaustiva investigación que incluyó podcast, documentales y libros, aún se desconoce el motivo de los asesinatos o cualquier conexión entre el acusado y las víctimas. Según el juez, no hay indicios de abusos sexuales ni evidencia de que Kohberger conociera a los estudiantes, y el arma homicida no ha sido encontrada. Kohberger, quien confesó los crímenes para evitar la pena de muerte, mantenía un interés perenne en el estudio de asesinos en serie, y su condena deja múltiples preguntas sin respuesta, alimentando las especulaciones sobre sus razones. Durante el proceso judicial, su falta de emoción fue notable, y aunque discutió con otro profesor en su empleo anterior, no se lograron establecer relaciones personales significativas con quienes asesinó. Las familias y sobrevivientes, visiblemente afectadas, continúan sin entender el porqué de esta tragedia.
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