Los vecinos han expresado su descontento con la ubicación de una estatua ecuestre en su comunidad, criticando que el Ayuntamiento permita que sean entidades privadas quienes decidan la ubicación de los monumentos. Esta decisión ha generado debate sobre la gestión del espacio público y el papel que deben tener las autoridades en la planificación urbana. Los ciudadanos demandan mayor participación en estos procesos para garantizar que las intervenciones artísticas reflejen los intereses de la comunidad.
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