El Consejo de Gobierno ha analizado recientemente el impacto de las medidas arancelarias aplicadas por Estados Unidos en la economía de Andalucía. Aunque estas medidas afectarán a ciertas exportaciones andaluzas, su alcance se limitará a un grupo reducido de productos. De acuerdo con el informe, las exportaciones de Andalucía a Estados Unidos alcanzaron los 3.138 millones de euros en 2024, representando solo el 7,8% del total de las exportaciones andaluzas, que sumaron 40.173 millones ese año. En comparación, las exportaciones a países como Alemania, Francia, Italia y Portugal fueron más significativas, alcanzando 11,5%, 10,3%, 9,3%, y 8,9%, respectivamente.
El grueso de las exportaciones andaluzas a Estados Unidos se concentra en productos como el aceite de oliva, el refino de petróleo, productos de cemento y piedra natural, aceitunas, y partes de aeronaves, que representan casi dos tercios de las ventas (63,9%). En 2024, los principales productos exportados fueron las grasas y aceites (1.007 millones de euros, principalmente aceite de oliva), combustibles, manufacturas de piedra, material eléctrico, y preparación de hortalizas. Estos productos constituyen el 83,5% de las exportaciones a EEUU y son, por ende, los más vulnerables a las subidas arancelarias.
A pesar de que las exportaciones andaluzas no son predominantemente hacia Estados Unidos, los aranceles introducidos por el gobierno estadounidense representan una amenaza significativa para estos sectores específicos. Según la OCDE, las medidas arancelarias no sólo afectarán a la economía de Andalucía, sino que tendrán severas repercusiones para la economía estadounidense. Las proyecciones sugieren una posible caída del 0,7% del PIB de Estados Unidos al tercer año de implementación de los aranceles, con un incremento en la inflación anual de 0,7 puntos porcentuales.
A nivel global, estas medidas podrían provocar una contracción del 0,3% del PIB mundial y una reducción del 2% en el volumen de comercio. Para las economías de la OCDE, se espera una caída del PIB del 0,5%, subrayando la magnitud de las posibles perturbaciones económicas.
La política arancelaria de EE.UU. está alimentando incertidumbre y tensiones en el comercio internacional, causando volatilidad en los mercados financieros y reconfigurando las cadenas de valor globales. Ante esta situación, la Comisión Europea busca una respuesta firme a través de aranceles recíprocos mientras aboga por soluciones negociadas para evitar una escalada mayor del conflicto.
Este panorama complejo destaca las consecuencias potenciales en cadena sobre la inflación, el empleo y el crecimiento económico, y refleja un cambio hacia un nuevo orden mundial con mayor fragmentación y desafíos para el crecimiento económico y la estabilidad global.
Fuente: Junta de Andalucía.