Extinguir una hipoteca antes de lo previsto se perfila como una opción atractiva para muchos propietarios, especialmente con la previsión del Euríbor rondando el 2,4 % para 2025. Aquellos que firmaron bajo condiciones más onerosas podrían encontrar esta alternativa especialmente tentadora, pero no se trata de una decisión con beneficios uniformes para todos.
Al considerar adelantar pagos, es esencial tener en cuenta elementos clave de cualquier hipoteca: el capital pendiente, el plazo de devolución y el tipo de interés. Reducir el capital pendiente mediante una amortización anticipada recalcula los intereses sobre una cantidad menor, lo que puede reducir los pagos mensuales o acortar el plazo del crédito. Esto es particularmente ventajoso en hipotecas de tipo variable, donde se mitiga el riesgo de un aumento del Euríbor.
Sin embargo, en las hipotecas a tipo fijo, la situación cambia. Aunque el tipo de interés permanece constante, el saldo sobre el que se calculan los intereses disminuye, afectando el total a pagar. Aquí entra en juego la compensación por amortización anticipada, una tasa que los bancos pueden imponer para compensar su pérdida. La normativa permite cobrar hasta un 2 % del monto durante los primeros diez años, y un 1,5 % después, aunque muchas entidades optan por tarifas más bajas.
El momento de realizar la amortización es crítico. Durante los primeros años del préstamo, los pagos se componen en su mayoría de intereses, por lo que adelantar capital en esta fase puede suponer un ahorro significativo. Al contrario, hacerlo en etapas avanzadas, cuando la cuota ya ha reducido considerablemente su componente de intereses, puede ser menos ventajoso.
No obstante, adelantar capital no es siempre la mejor estrategia. En hipotecas con tasas fijas y bajas, podría ser más beneficioso invertir el dinero en opciones con mayor rendimiento. Evaluar las condiciones específicas de la hipoteca, como el tipo de interés y comisiones por amortización, es fundamental para tomar una decisión informada. Además, es aconsejable mantener ahorros para emergencias, evitando comprometer todos los recursos en la amortización.
En resumen, elegir amortizar de forma anticipada debe ser una decisión basada en un análisis detallado del entorno económico y las características del préstamo hipotecario.
