Las empresas europeas en China enfrentan un impacto mayor por los aranceles del país asiático que por los de EE.UU., indica un informe de la Cámara de Comercio de la Unión Europea. Según Jens Eskelund, presidente de la Cámara, el efecto es particularmente notable en medios de producción, como componentes y químicos importados de EE.UU. A pesar de las tensiones geopolíticas y los desafíos de las cadenas de suministro, las empresas han fortalecido su preparación para hacer frente a la inestabilidad. El entorno de negocios se percibe más politizado, con más presión del gobierno estadounidense que del chino. Aun así, China sigue atrayendo a las empresas por su capacidad manufacturera y disposición para colaborar, manteniendo un alto nivel de compromiso con el mercado.
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