Una devastadora catástrofe ha afectado a bienes inmuebles y agrícolas, incluyendo casas, terrenos, cosechas, ganado y colmenas, con un coste total que supera los 1.260 millones de euros. La magnitud del daño subraya la vulnerabilidad de estas áreas frente a fenómenos naturales extremos, generando preocupación sobre las medidas de prevención y respuesta necesarias para afrontar futuras crisis en el sector agropecuario y habitacional.
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