A escasas dos semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la contienda entre Kamala Harris y Donald Trump se presenta más ajustada que nunca, especialmente en los estados clave. A pesar de la histórica recaudación de Kamala Harris, su retirada de la contienda presidencial y las controversias legales que rodean a Donald Trump, ambos candidatos están empatados en las encuestas, dedicando ingentes esfuerzos en impresionar a los votantes indecisos a través de eventos mediáticos, como Trump trabajando momentáneamente en McDonald’s y Harris celebrando con Stevie Wonder. Además, el magnate Elon Musk ha anunciado un sorteo millonario diario dirigido a los votantes de estados bisagra, lo que ha desatado críticas por posible violación de normas electorales. Mientras tanto, Harris se centra en captar votantes clave como jóvenes, minorías y mujeres tradicionalmente republicanas disconformes con Trump, en un esfuerzo por cambiar el rumbo de una elección que se perfila ser decidida por un puñado de votos.
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