El Departamento de Interior de Estados Unidos ha anunciado que, a partir de 2026, los extranjeros que deseen adquirir un pase anual para visitar los parques nacionales deberán pagar 250 dólares, en contraste con los 80 dólares que continuarán abonando los estadounidenses. Esta medida se enmarca en la política «America First» y coincide con la celebración del 250 aniversario de la independencia estadounidense. Los nuevos pases, denominados «America the Beautiful», tendrán un costo adicional de 100 dólares para el acceso individual a algunos de los parques más visitados, como Yellowstone y el Gran Cañón. El aumento de tarifas busca que los visitantes internacionales contribuyan más al mantenimiento de los parques, dado que los ciudadanos estadounidenses ya lo hacen a través de sus impuestos. Sin embargo, esta política, junto con el incremento del nacionalismo y las tensiones diplomáticas, podría afectar el turismo extranjero, como ya se observa con la disminución de visitantes canadienses debido a las políticas de Donald Trump. Los parques también han enfrentado dificultades por recortes de personal y el cierre prolongado del gobierno, lo cual resultó en pérdidas significativas de ingresos.
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