Durante el fin de semana, Donald Trump sorprendió al anunciar posibles medidas sin concretar, generando revuelo en los medios. Entre sus declaraciones más controvertidas, sugirió una intervención en Groenlandia por motivos de seguridad y planificó reabrir la prisión de Alcaraz. Sin embargo, lo que causó mayor conmoción fue su propuesta de imponer aranceles del 100% a las películas producidas fuera de Estados Unidos, alegando una amenaza para la seguridad nacional. Este anuncio ha dejado incertidumbre sobre su implementación y posibles efectos en la industria del cine, que ya enfrenta desafíos con rodajes extranjeros y pérdida de empleos en Estados Unidos. Mientras tanto, Hollywood se encuentra en estado de alerta, evaluando el impacto de esta política en medio de una industria cada vez más globalizada.
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