El último informe de Penteo destaca que el cloud ha alcanzado una nueva etapa de madurez, convirtiéndose en una palanca de resultados que impulsa la innovación y garantiza la resiliencia mientras habilita la inteligencia artificial generativa y controla el gasto. En este panorama, el enfoque dominante es un modelo híbrido por defecto y multicloud con propósito, lo que obliga a los integradores a ofrecer resultados medibles en términos de coste, tiempo de lanzamiento al mercado, cumplimiento y calidad operativa.
El sector ha evolucionado de explorar la nube a considerarla una necesidad. Ahora se enfoca en modernizar aplicaciones, adoptar operaciones cloud nativas y garantizar la soberanía del dato. Escalabilidad y resiliencia son factores clave, junto con la mejora continua mediante servicios gestionados y el impulso por optimizar costes usando FinOps.
Sin embargo, existen desafíos persistentes como la complejidad contractual y la migración de sistemas heredados, además de la necesidad de competencias para operar multicloud de forma eficaz. En este contexto, los integradores deben transformarse de meros tecnólogos a verdaderos facilitadores de transformación, ofreciendo soluciones multicloud adaptadas y servicios gestionados 24/7 con claros acuerdos de nivel de servicio.
Para los CIOs y CTOs, las claves son tratar al cloud como una parte integral de la estrategia empresarial, gobernar adecuadamente los entornos híbridos y multicloud, y asegurar compliance y soberanía de datos. Además, el uso pragmático de la IA generativa y la elección de socios adecuados para la estrategia cloud son esenciales.
Elegir un integrador adecuado en 2025 implicará evaluar su capacidad para traducir visiones estratégicas en roadmaps realistas, promover la modernización de aplicaciones y garantizar la soberanía del dato, entre otros criterios. La operación eficiente y la optimización constante son también elementos esenciales.
Finalmente, las métricas que importan pasan por el cumplimiento de objetivos de recuperación, el coste unitario del servicio, los ahorros a través de FinOps y la rapidez en el despliegue de ideas a producción. La conclusión de Penteo es clara: el cloud ha pasado a ser una herramienta estratégica fundamental que exige un gobierno riguroso para garantizar resultados medibles y mantener un control efectivo de los costes. Las empresas que entiendan esto lograrán una mayor agilidad y competitividad.