El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) ha lanzado una nueva iniciativa que promete aliviar el bolsillo de aquellos beneficiarios de pensiones no contributivas que viven en régimen de alquiler. Este esfuerzo, en forma de un complemento de 525 euros, está diseñado para asistir a personas en situaciones económicas vulnerables que no tienen vivienda propia y enfrentan la carga financiera que supone el alquiler.
Este pago único pretende brindar un respiro económico a los beneficiarios que, además de recibir pensiones no contributivas por jubilación o invalidez, cumplan con ciertos criterios. Es fundamental que estos individuos no posean propiedades, sean los titulares del contrato de alquiler y hayan residido en el inmueble por un mínimo de 180 días. Además, se exige que el contrato tenga al menos un año de vigencia y que no exista ningún vínculo familiar o relación permanente entre el inquilino y el propietario.
El proceso para solicitar esta ayuda es accesible y puede efectuarse electrónicamente en la sede del IMSERSO o presencialmente en los Servicios Sociales regionales y las direcciones territoriales en Ceuta y Melilla. Los solicitantes deben presentar una serie de documentos, como el contrato de alquiler, el certificado de empadronamiento, un justificante de no poseer vivienda y el DNI.
Una de las características más destacadas de este programa es que carece de límite de plazas y no opera bajo un sistema competitivo de solicitudes. Esto significa que todos aquellos que cumplan con las condiciones establecidas y presenten la documentación requerida tendrán garantizado su acceso a la subvención. No obstante, aunque el plazo para la solicitud está abierto hasta el 31 de diciembre de 2025, se recomienda iniciar el trámite con prontitud para evitar posibles complicaciones de último momento.
En definitiva, esta iniciativa representa una oportunidad significativa para aquellos que, enfrentándose a dificultades económicas, buscan una ayuda que les permita aliviar la presión financiera del alquiler.
