Las recientes lluvias torrenciales y el descenso de las temperaturas han empeorado una ya crítica situación para las miles de familias palestinas desplazadas en la Franja de Gaza, que viven en tiendas deterioradas desde hace más de dos años. Las inundaciones en campamentos de Al Mawasi y Jan Yunis han dejado a numerosos habitantes sin refugio adecuado, mientras que la entrada de tiendas y ayuda humanitaria sigue siendo limitada debido al bloqueo de Israel, lo cual contraviene el acuerdo de alto el fuego que contemplaba la entrada de 300,000 tiendas. La ONU denuncia la «terrible» situación y demanda una acción internacional urgente, mientras Gaza enfrenta un tercer invierno sin refugios adecuados y una reconstrucción que podría costar 70,000 millones de dólares.
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