En un giro histórico provocado por la invasión rusa de Ucrania, Suecia se unió oficialmente a la OTAN hace siete meses, rompiendo con más de dos siglos de neutralidad; su proceso de adhesión, inicialmente bloqueado por Hungría y Turquía, fue finalmente aprobado. Entrevistado en el Warsaw Security Forum, el ministro de Defensa de Suecia destacó la importancia de reforzar el gasto en defensa, especialmente ante las amenazas rusas, y subrayó que Suecia ha duplicado su inversión militar en los últimos cuatro años. La incorporación a la OTAN fortalece la seguridad sueca y potencia el poder disuasorio de la Alianza, aunque también se recalca la necesidad de que los aliados europeos asuman mayores responsabilidades en su defensa, considerando que Estados Unidos sigue financiando el 70% del gasto de la Alianza. Además, Suecia ha proporcionado armamento a Ucrania por 4.500 millones de euros, resaltando el papel crucial del país en la contención de las ambiciones de Putin. A pesar de la creciente atención en Oriente Próximo, Suecia mantiene su compromiso con Ucrania, reconociendo su importancia estratégica para la seguridad del continente.
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