El panorama del consumo en España durante el Black Friday está experimentando un cambio notable, marcado por comportamientos más reflexivos y una creciente atención hacia la sostenibilidad. Según una encuesta realizada por Back Market, ocho de cada diez españoles planean aprovechar las ofertas de este evento, destacando un particular interés entre los menores de 35 años. Sin embargo, los consumidores actuales prefieren priorizar el ahorro, la durabilidad y la funcionalidad sobre la impulsividad y el deseo de tener lo más novedoso en tecnología.
El Black Friday sigue siendo un hito relevante para el consumo en el país, pero el enfoque de compra ha cambiado considerablemente. Esta evolución se refleja en que un 58% de los encuestados planea adquirir dispositivos tecnológicos, pero no necesariamente los modelos más recientes. Solo un 8% considera necesario tener lo último del mercado, evidenciando una pérdida de interés por las novedades en favor de productos eficaces y sostenibles.
El estudio revela que, ahora más que nunca, la relación calidad-precio y la durabilidad son cruciales en la toma de decisiones de los consumidores. Para el 57% de ellos, estos factores son decisivos, mientras que la prioridad por la novedad queda relegada. Además, el “miedo a perderse una oferta” o FOMO, que antaño dictaba conductas de compra impulsivas, parece estar disminuyendo. Actualmente, apenas un 14% de los consumidores admite comprar habitualmente por temor a desaprovechar descuentos.
Marta Castillo, responsable de Marketing y Brand de Back Market, destaca que los consumidores buscan productos que ofrezcan durabilidad y valor real en lugar de sucumbir al impulso del descuento. Esta tendencia refleja un consumo más consciente, maduro y con un claro enfoque hacia la sostenibilidad.
El interés por la sostenibilidad en las decisiones de compra también está en ascenso. Un significativo 60% de los encuestados considera la opción de adquirir dispositivos reacondicionados sin depender de descuentos, viendo esta elección como responsable. Este comportamiento es especialmente notable entre los menores de 35 años, donde el 24% se inclinaría por dispositivos reacondicionados sin titubeos. Esta preferencia atraviesa generaciones, con gran aceptación también entre los mayores de 45 años.
En conjunto, el perfil de consumidor que emerge en el Black Friday es uno informado y estratégico, que prioriza la utilidad y el valor por encima del impulso. Aunque el evento sigue siendo un fenómeno de masas, la forma de abordarlo y aprovecharlo ha evolucionado hacia una práctica más razonada y sostenible.








