En el juicio por la muerte de un paciente, la defensa de los acusados argumenta que el fallecimiento fue consecuencia de un «patrón de negligencia sanitaria absoluta». Según los abogados, el caso resalta fallos sistemáticos en el sistema de salud que pudieron haber sido evitados si se hubieran seguido protocolos adecuados. La controversia radica en determinar si el personal médico cumplió con sus deberes, o si hubo una grave desatención que llevó al trágico desenlace. Los abogados buscan demostrar que la responsabilidad no recae únicamente en sus clientes, sino que es el resultado de problemas estructurales más profundos en la atención médica recibida por el paciente.
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