Chloe Kelly rescató a Inglaterra de una actuación deficiente en un partido tenso contra Suecia, que brilló por su defensa y transiciones efectivas. A pesar del dominio sueco y las deficiencias inglesas, Kelly, ingresando a diez minutos del final, dio dos asistencias cruciales para forzar el empate y llevar el encuentro a una agitada prórroga. Las jugadoras mostraron signos de agotamiento, enfrentando una larga tanda de penaltis caracterizada por numerosos fallos. Finalmente, Inglaterra avanzó a las semifinales tras la victoria en penaltis, donde se medirá contra Italia.
Leer noticia completa en El Pais.