El sector de los cultivos herbáceos en Andalucía enfrenta desafíos significativos que ponen en riesgo la continuidad de sus producciones tradicionales, como los cereales y las oleaginosas. A lo largo de los últimos años, se ha observado una paulatina perdida de hectáreas dedicadas a estos cultivos en campos como los de la campiña sevillana y cordobesa. La falta de rentabilidad ha llevado a muchos agricultores a optar por cultivos de mayor valor añadido, como el olivar, o, en algunos casos más preocupantes, a sustituir estas tierras por grandes extensiones de placas solares.
Ante esta situación, la innovación se presenta como una clave fundamental para revitalizar el sector, haciéndolo más competitivo, sostenible y diversificado. Un claro ejemplo de esta búsqueda de soluciones innovadoras se evidenció durante la jornada de Transferencia en el Sector Cerealista, organizada por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía en Alcalá del Río, en las instalaciones de la cooperativa Productores del Campo. Durante el evento, el foco se centró en dos nuevos cultivos de semillas oleaginosas: la carinata y la camelina, esta última con presencia en la provincia de Sevilla.
Las localidades de Carmona y Alcalá del Río están actualmente llevando a cabo ensayos de cultivo de camelina en una superficie de diez hectáreas. Este cultivo se siembra en otoño, requiere de tratamientos durante el invierno y se cosecha entre finales de abril y principios de mayo, con un 98% de su producción en secano. Fernando Gil, coordinador de servicios técnicos de Camelina Company, destacó las características de este cultivo, que es tolerante tanto a la sequía como a las heladas, posee un ciclo corto y necesita una fertilización similar a la de los cereales. Otro de sus beneficios es su capacidad para proporcionar diversas materias primas, con la producción de aceites como uno de los principales.
El ensayo en la provincia de Sevilla forma parte del proyecto Carina, en el que participan un total de 19 socios provenientes de 13 países, incluyendo Italia, Francia, España, y otros. Este proyecto, financiado por la Unión Europea a través del programa Horizonte Europa y que concluirá en octubre de 2026, tiene como objetivo central fomentar la diversificación sostenible en los sistemas agrícolas de la UE. Entre sus actividades, se evaluará la idoneidad de la carinata y la camelina para la producción de productos innovadores de base biológica, como bioherbicidas y bioplásticos, y se buscará valorizar un coproducto resultante de su cultivo: una torta rica en proteínas que puede ser utilizada como alimento para animales, contribuyendo así a la economía circular.
Cooperativas Agro-alimentarias de España forma parte de este proyecto, al igual que sus federaciones en distintas comunidades autónomas. Entre los socios españoles se encuentran Camelina Company y Kimitec, siendo el liderazgo del proyecto a cargo de la Alma Mater Studiorum – Università di Bologna. Durante la jornada, el cultivo de camelina despertó un gran interés entre los agricultores presentes, quienes realizaron numerosas preguntas sobre la gestión en campo de estas oleaginosas que, aunque aún se cultivan en aproximadamente 3.500 hectáreas en España, están empezando a ganar terreno en el panorama agrícola. La curiosidad generada es un indicativo del potencial que estos nuevos cultivos pueden ofrecer para el futuro del sector.
Fuente: Cooperativas agro-alimentarias Andalucía.
