En Reinosa, Cantabria, la comunidad está preocupada por los aranceles al acero impuestos por Estados Unidos, ya que su economía depende en gran medida de la factoría siderúrgica Forgings & Castings, conocida localmente como «la Naval». Este temor se refleja en el instituto público Montesclaros, donde la Formación Profesional (FP) juega un papel crucial para preparar a los estudiantes para la industria local. A pesar de las dudas iniciales sobre la FP básica y los programas de diversificación curricular, estas vías educativas han demostrado ser efectivas en la reducción del fracaso escolar en España, destacando Cantabria por sus bajas tasas de abandono. El modelo educativo ha evolucionado para ofrecer una opción más práctica y orientada al empleo, lo que se traduce en una alta tasa de inserción laboral para sus graduados. La continua adaptación y éxito de estos programas ofrecen un futuro optimista para los estudiantes de Reinosa, pese a las incertidumbres económicas globales.
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