En un contexto económico incierto, se manifiesta preocupación por la evolución de la productividad, advirtiendo que el mercado de la vivienda podría convertirse en un factor desalentador para la llegada de inmigrantes trabajadores, esenciales para el dinamismo laboral. La dificultad de acceder a viviendas asequibles podría restringir el flujo de nuevos trabajadores extranjeros, crucial para sostener sectores en crecimiento y paliar el envejecimiento poblacional, planteando así un desafío importante para el desarrollo económico a mediano y largo plazo.
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