Siete jóvenes beneficiarios de la Asociación de Familias Solidarias para el Desarrollo (Afasode), con sede en Chiclana, comenzarán su formación en «Procesos finales, logística y conformado de aleaciones de aluminio» en la empresa FID Aeronáutica, ubicada en El Puerto de Santa María. La selección de los alumnos se llevará a cabo en julio, y las clases darán inicio en septiembre, enfocándose en oficios con alta demanda en la industria aeronáutica. Este programa cuenta con el apoyo económico de la Diputación de Cádiz, que ha concedido una subvención de 25.780 euros, fruto de una modificación presupuestaria.
Entre los jóvenes se encuentran Mohamed Amine (26 años), David Taltabull (18) y Yassine Rettaa (22), quienes comparten una vivienda en Chiclana. Provenientes de centros de protección de menores, estos jóvenes llegaron a Afasode al cumplir la mayoría de edad, donde ahora residen en un hogar de tránsito mientras adquieren habilidades esenciales para su emancipación y desarrollo personal.
David ha enfrentado una infancia complicada, con una familia «desestructurada», que lo llevó a depender de sus abuelos. Tras su fallecimiento, Afasode se ha convertido en un refugio que le ha brindado oportunidades educativas y de estabilidad. Con optimismo, ve el curso en FID Aeronáutica como una oportunidad para destacar. Sus compañeros, Mohamed y Yassine, ambos de Marruecos, también comparten historias difíciles, habiendo atravesado experiencias traumáticas en su camino hacia España. Su motivación para participar en este programa radica en mejorar su situación y devolver algo a sus familias en su país de origen.
Juan Molina, responsable de Afasode, señala los éxitos de la organización, que desde su inicio en 2018 ha acompañado a 114 jóvenes, de los cuales el 95% ha encontrado estabilidad laboral. Afasode también tiene presencia en varias provincias andaluzas y se esfuerza por desmitificar los estigmas que rodean a los migrantes, enfocándose en sus ganas de construir un futuro mejor.
Zhor Ouamri, un joven marroquí que llegó a España a los 17 años, es un ejemplo de integración. Después de pasar por centros de menores, logró estabilizarse y ahora trabaja como integrador en Afasode, con aspiraciones de continuar su formación en la industria aeronáutica.
La labor de Afasode no se limita a proporcionar un hogar, sino que también incluye un programa denominado “Emprendiendo el vuelo”, que ahora se alinea con el curso de formación en el sector aeronáutico. Este curso, que comienza el 22 de septiembre, marcará un punto de inflexión para estos jóvenes, preparándolos no solo en conocimientos técnicos, sino también en su inserción laboral futura.
FID Aeronáutica, con 25 años de experiencia, se prepara para acoger a estos jóvenes, seleccionando a los participantes en función de su motivación y capacidad de aprendizaje. Fernando Castro, su gerente, anticipa que, tras completar el curso, los estudiantes estarán bien preparados para enfrentar el mercado laboral, con un enfoque práctico que va más allá de la teoría.
La formación ofrecida abarca diversas áreas técnicas como montaje aeronáutico y fabricación de materiales, adaptándose a las demandas de la industria. Además, se prevé una etapa de evaluación posterior al curso, enfocada en afinar el currículum de cada alumno y en la preparación para entrevistas laborales.
Este programa representa una valiosa oportunidad para estos jóvenes, equipándolos con las herramientas necesarias para triunfar en un campo en constante evolución. La colaboración entre Afasode, FID Aeronáutica y la Diputación de Cádiz es un ejemplo de cómo se pueden crear sinergias para el desarrollo personal y profesional de quienes más lo necesitan.
Fuente: Diputación de Cádiz.
