Tras el peor accidente en un transporte público en décadas en Lisboa, que dejó 16 muertos y 22 heridos, se investigan posibles fallos de mantenimiento en el funicular implicado. Pedro de Brito Bogas, presidente de Carris, defendió la calidad de las inspecciones previas y el desempeño de la empresa encargada del mantenimiento. El accidente, causado posiblemente por la rotura de un cable, ha llevado a la Fiscalía y a la empresa a abrir investigaciones. El primer ministro de Portugal destacó la rápida intervención de los equipos de rescate, mientras que el alcalde de Lisboa instó a llevar a cabo investigaciones para esclarecer responsabilidades. Tras la tragedia, se suspendió el servicio de funiculares históricos y se cancelaron actos políticos planificados. La comunidad internacional ha enviado mensajes de condolencias.
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