Intel se enfrenta a un significativo remezón interno con la salida de tres destacados ejecutivos de Intel Foundry, la división encargada de la fabricación de chips para terceros. Entre los que abandonan la compañía se encuentra Gary Patton, un veterano de la industria con trayectoria en IBM y GlobalFoundries. Patton asumió en 2024 el liderazgo de la ingeniería de habilitación de diseño dentro de Intel Foundry, desempeñando un papel crucial en la compatibilidad de los nodos de fabricación de Intel.
La compañía confirmó las salidas, incluyendo las de Kaizad Mistry y Ryan Russell, vicepresidentes corporativos en el grupo de Desarrollo Tecnológico. Estos movimientos ocurren en un contexto de reestructuración más amplia iniciada a principios de 2025. Las salidas de estos líderes técnicos afectan temporalmente el liderazgo de una división fundamental para los objetivos de Intel en el competitivo mercado global de fundición, donde compite con gigantes como TSMC y Samsung.
Por otro lado, Dr. Ann Kelleher, vicepresidenta ejecutiva a cargo del desarrollo de procesos de fabricación desde 2020, también dejará su puesto a finales de este año tras más de tres décadas en la empresa. Su salida marcará una transición en la que Naga Chandrasekaran y Navid Shahriari asumirán nuevas responsabilidades en las áreas de tecnología y operaciones de Intel Foundry.
Este contexto acontece en medio de importantes decisiones estratégicas, como la detención de proyectos de expansión en Europa y una revisión del desarrollo del nodo 14A de la compañía. Intel planea además un agresivo recorte de costos, lo que incluye reducir un 15 % de su plantilla global, equivalentes a unos 30,000 empleos, una medida que impactará significativamente en su capacidad operativa.
Intel Foundry es parte central de la ambiciosa estrategia de Intel para reforzar su posición en la industria de los semiconductores, buscando atraer clientes globales en una manufactura dominada principalmente por países asiáticos. Sin embargo, las recientes salidas y ajustes operativos generan dudas sobre la viabilidad y velocidad de sus planes futuros.
El desafío para la compañía será mantener la estabilidad y progreso en su hoja de ruta tecnológica mientras se adapta a las transiciones de liderazgo y enfrenta una significativa reestructuración interna. La capacidad de Intel para atraer clientes y avanzar en el desarrollo de nodos avanzados determinará su competitividad y su éxito en el intento de recuperar el liderazgo en el sector de los semiconductores.