En un giro inesperado, las acciones de Intel Corporation se afianzaron como el motor del sector tecnológico en el mercado bursátil este jueves. La declaración del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, durante el simposio de Jackson Hole, encendió el optimismo en Wall Street al insinuar que pronto podrían recortarse los tipos de interés, una noticia bien recibida por las compañías de semiconductores.
Powell destacó un incipiente equilibrio en el mercado laboral, aunque atribuyó este al descenso en la demanda y oferta de trabajadores, más que a un crecimiento sólido. Sus comentarios sobre la posible justificación para un ajuste en la política monetaria, debido a la reducción en el balance de riesgos, fueron interpretados por los mercados como un tono más suave de lo esperado.
Este contexto llevó a Intel a registrar un repunte del 4,5% durante la jornada, dando inicio a un rally que benefició también a otras empresas del sector como Qualcomm, AMD y Broadcom, con incrementos superiores al 2%. Nvidia, sin embargo, quedó rezagada con solo un aumento del 1,4%, afectada por reportes que sugieren restricciones de China en las compras de sus GPU H20.
El impacto de las palabras de Powell se reflejó en un aumento del 1,4% en el S&P 500 y del 1,7% en el NASDAQ, respaldado por el desempeño de las principales firmas de semiconductores.
Intel afronta un final de semana esperanzador tras una serie de altibajos provocados por la especulación sobre la dilución accionarial en caso de que las ayudas del CHIPS Act se conviertan en participaciones accionariales. A pesar de una inversión reciente de 2.000 millones de dólares por parte de Softbank que inicialmente impulsó sus acciones, los rumores de las posibles condiciones vinculadas a las ayudas públicas frenaron su avance momentáneamente.
Por su parte, Nvidia enfrenta un clima más complicado con la presión de Beijing para reducir la dependencia de sus chips, lo cual podría forzar a la empresa a ajustar sus previsiones financieras. En paralelo, compañías como Broadcom, AMD y Qualcomm experimentaron subidas derivadas del escenario más favorable para el crédito.
Fuera del ámbito de los semiconductores, Tesla sorprendió con un incremento del 5%, con los inversores anticipando que los recortes de tipos podrían reactivar la demanda y respaldar su diversificación hacia el desarrollo de robotaxis y tecnologías de inteligencia artificial.
El jueves dejó una clara lección: la mera posibilidad de un cambio en la política monetaria revitaliza el interés por el sector tecnológico. Resta por ver si la Reserva Federal materializará esos recortes a tiempo para sostener el ciclo de inversión en semiconductores y apoyar la evolución de la inteligencia artificial.