En un esfuerzo por reafirmar su posición en el competitivo mercado tecnológico, Intel ha anunciado ambiciosos planes para mejorar su rentabilidad y fortalecer su presencia en el campo de la inteligencia artificial. Durante su presentación en la Bank of America Global Technology Conference 2025, Michelle Johnston Porthouse reveló la nueva dirección de la empresa, ahora liderada por el CEO Lip Bu Tan, enfocada en recuperar cuota de mercado y alcanzar márgenes históricos.
La compañía ve en la inteligencia artificial una oportunidad invaluable y se propone desafiar el dominio actual de NVIDIA desarrollando una hoja de ruta robusta para diversas aplicaciones, incluyendo servidores y edge computing. Johnston destaca que el mercado de la IA representa una oportunidad de un billón de dólares, y asegura que Intel está bien posicionada con las tecnologías necesarias para ser un fuerte competidor en este ámbito.
En cuanto a su estrategia de fabricación, Intel está adoptando un enfoque flexible, combinando producción interna con el uso de foundries externas como TSMC y Samsung. Esta decisión busca optimizar costos, tiempos y rendimiento. La próxima generación de CPUs, llamada Nova Lake, será producida tanto por Intel como por TSMC.
Desde el punto de vista financiero, el nuevo liderazgo exige que cualquier desarrollo tenga el potencial de superar el 50% de margen bruto. Este enfoque disciplinado refleja una apuesta por productos altamente rentables y una visión más prudente de las inversiones.
Intel también planea recuperar terreno en el ámbito de los centros de datos y PCs empresariales. Con lanzamientos previstos a partir de 2026, como Clearwater Forest y Diamond Rapids, la compañía se prepara para revertir la pérdida de cuota de mercado. En el segmento de PCs empresariales, Intel planea mantener su liderazgo aprovechando tecnologías como vPro.
El despliegue de IA en dispositivos locales también representa una gran oportunidad, en particular con el avance de Windows 11 y la demanda en sectores como salud y finanzas. Sin embargo, la empresa enfrenta el desafío de los aranceles estadounidenses, lo que obliga a Intel a prepararse para posibles cambios regulatorios.
Aunque no se proyectan cambios inmediatos en la cuota de mercado ni en los márgenes, Intel sigue comprometida con una inversión prudente y una ejecución disciplinada para retomar su posición histórica como líder de la industria. La dirección clara es hacia un futuro donde Intel vuelva a ser el socio confiable en centros de datos y nuevas tecnologías emergentes.
