Intel se encuentra en las fases iniciales de lo que promete ser un avance significativo en el terreno de los procesadores para centros de datos con el futuro lanzamiento de Xeon 7 “Diamond Rapids” en 2026. Este desarrollo se perfila para competir directamente con los futuros procesadores AMD EPYC “Venice,” que utilizarán la arquitectura Zen 6.
Información filtrada sugiere que estos nuevos chips incluirán hasta 192 núcleos, distribuidos en cuatro tiles de cómputo con 48 núcleos cada uno, y están diseñados mediante la avanzada tecnología Intel 18A. Además, integrará dos tiles adicionales para la gestión de interfaces como PCIe 6.0, CXL 3.0 y UPI 3.0, ofreciendo un ancho de banda teórico superior a 1,6 TB/s, lo que representa un incremento significativo respecto a la generación actual de Xeon 6 “Granite Rapids.”
La plataforma Oak Stream, que acompañará a Diamond Rapids, permitirá configuraciones de hasta cuatro sockets y soportará variantes con 8 o 16 canales de memoria DDR5. El nuevo zócalo LGA9324 fortalecerá esta estructura diseñada para servidores de alto rendimiento.
Además de sus impresionantes especificaciones, el TDP de 500 vatios convierte a Diamond Rapids en una de las CPU más demandantes de energía de Intel hasta la fecha. Este diseño refleja una tendencia en la industria hacia un aumento del consumo energético conforme escalan las capacidades para inteligencia artificial y computación de alto rendimiento.
Frente a un entorno competitivo donde AMD se destaca por su eficiencia energética y su alto número de núcleos, Intel apuesta a diferenciarse ofreciendo un ecosistema superior en términos de ancho de banda y capacidades de aceleración para inteligencia artificial, integrando tecnologías avanzadas como CXL 3.0.
Aunque Intel ha planificado su lanzamiento para 2026, sigue siendo incierto si el proyecto cumplirá con los plazos previstos, lo que podría influir en su capacidad de liderar el mercado en el momento adecuado. Los avances tecnológicos mostrados en esta nueva generación reflejan una ambiciosa apuesta de Intel por reafirmar su posición en el mercado de servidores de alto rendimiento.
