La Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos ha alertado sobre la interferencia extranjera de Rusia, China e Irán en las próximas elecciones de noviembre, destacando campañas de desinformación diseñadas para cuestionar la legitimidad del proceso democrático del país. Mientras que Rusia busca impactar negativamente a los candidatos proUcrania y China a aquellos que amenazan sus intereses, Irán se centra en fomentar la desconfianza y el descontento social, centrándose particularmente en la carrera presidencial. En respuesta, el gobierno de EE. UU. está tomando medidas, incluyendo la creación de un equipo para combatir la «influencia maligna». La desinformación, alimentada por nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, se considera una amenaza más significativa que los intentos de manipular directamente el recuento electoral, destacando expertos la dificultad de legislar contra estas tácticas sin comprometer la libertad de expresión.
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