El 29 de octubre de 2024, la Dana golpeó Valencia con una fuerza devastadora, dejando un saldo trágico de 230 víctimas mortales. Según documentación notarial presentada ante un juzgado de Catarroja, la entonces consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, alertó repetidamente al presidente Carlos Mazón sobre los riesgos inminentes de la riada a través de mensajes de texto. A pesar de los avisos sobre el desbordamiento del barranco del Poyo y la activación de alerta hidrológica en varias zonas críticas como Chiva y Cheste, Mazón mantuvo sus compromisos institucionales durante horas, incluido un almuerzo prolongado. La alerta masiva de emergencia fue emitida a las 20:11, cuando ya muchas vidas se habían perdido, lo que según la magistrada, pudo haberse prevenido con una notificación más temprana. Estas comunicaciones reveladas por Pradas y recogidas en un programa televisivo de La Sexta, están siendo investigadas en el contexto de las decisiones tomadas durante la crisis.
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