Una niña de dos años y su madre de 37 fallecieron a causa de las heridas tras un atropello masivo el jueves en Múnich, resultando ser las únicas en estado crítico entre los 39 heridos. Las autoridades investigan el suceso como un posible atentado islamista, tras encontrar indicios que apuntan hacia esa motivación. El presunto autor, un afgano de 24 años, fue detenido y confesó haber actuado por razones religiosas. Olaf Scholz, canciller alemán, visitó el lugar del incidente, llamando a la unidad y exhortando a castigar con severidad a los responsables. La Fiscalía General del Estado asumió la investigación, y el acontecimiento recuerda un similar atropello en Magdeburgo que dejó seis muertos en diciembre pasado. El sospechoso se encontraba legalmente en Alemania, aunque su solicitud de asilo había sido rechazada, y se reportó que podría haber padecido alucinaciones. Este incidente aviva la inquietud tras otro ataque en Baviera el mes pasado.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.