Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso y figura en el centro de una controversia judicial, ha acumulado hasta 17 reuniones con inspectores de la Agencia Tributaria desde mayo de 2022, en un intento por explicar el presunto doble fraude fiscal del que se le acusa. Este caso se remonta a 2020, cuando su empresa, Maxwell Cremona, facturó 2,3 millones de euros, una cifra significativamente mayor a la de años anteriores. A pesar de las múltiples oportunidades para aclarar la situación, la defensa de González Amador no fue capaz de responder completamente a las demandas fiscales.
La situación se complicó cuando se descubrieron facturas presuntamente fraudulentas, poniendo a González Amador en una posición desfavorable. En 2023, reconoció su “error” y admitió los delitos ante los inspectores, buscando un acuerdo para evitar ir a juicio. En febrero de 2024, su defensa accedió a un pago de 525.000 euros y una condena de ocho meses de prisión por fraude fiscal.
Ante el impacto político y mediático del caso, Isabel Díaz Ayuso ha defendido públicamente a su pareja. Sin embargo, los informes de Hacienda desmienten cualquier persecución gubernamental, dado que la investigación había comenzado antes de que se conociera su relación con la presidenta madrileña.
Además, González Amador ha emprendido acciones legales contra el presidente Pedro Sánchez y otros miembros del Ejecutivo, acusándolos de injurias por llamarlo “delincuente confeso” en público. Exige una compensación de 100.000 euros a Sánchez y 50.000 euros al ministro Félix Bolaños, alegando que sus comentarios han dañado su imagen pública.
La disputa se extiende a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, contra quien González Amador también ha iniciado procedimientos. Este caso refleja la creciente tensión política entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid, donde cuestiones personales se mezclan con la gestión pública en el debate mediático.
El desenlace de este conflicto legal y político podría tener repercusiones significativas no solo para González Amador, sino también para Díaz Ayuso, cuyo liderazgo en Madrid está bajo creciente escrutinio. Por ahora, la atención pública sigue enfocada en cómo evolucionará este enfrentamiento en el escenario político español.