En 2018, Ana Hernández destapó un presunto desfalco millonario que la sumió en una pesadilla de persecución tanto dentro como fuera de su lugar de trabajo. Pese a la gravedad de sus hallazgos, el caso fue recibido con un estridente silencio por parte del Ministerio de Ciencia en aquel entonces liderado por Pedro Duque y Diana Morant. Hernández denuncia la inmoralidad de malgastar los fondos públicos destinados a la ciencia, una práctica que, según ella, atenta contra el progreso científico y el bienestar social. El caso subraya la necesidad de vigilancia y transparencia en la gestión de los recursos públicos para evitar que actos de corrupción permanezcan impunes.
Leer noticia completa en El Mundo.



