Investigadores del IAS desarrollan un robot que revoluciona el fenotipado agrícola

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Equipo CROPTIMUS PRIME

Investigadores del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS) del CSIC han presentado CROPTIMUS-PRIME, una plataforma robótica de desarrollo 100 % español que pone a disposición del campo tecnologías de medición propias de un laboratorio avanzado. El equipo, liderado por José Antonio Jiménez Berni, ha diseñado un sistema capaz de caracterizar cultivos con precisión milimétrica combinando LiDAR 3D y sensores hiperespectrales, una propuesta que apunta a cambiar la forma en que se investiga y se gestiona la producción agrícola.

El robot —con líneas que recuerdan a los vehículos de exploración espacial— se desplaza con cuatro ruedas motrices y directrices, lo que le permite moverse en cualquier dirección con estabilidad y adaptarse a terrenos irregulares. La plataforma es modular, pensada para añadir o sustituir instrumentos según el cultivo y el objetivo del ensayo, y opera de forma autónoma en parcelas experimentales o campos comerciales.

La clave está en el conjunto de sensores. Las cámaras LiDAR generan reconstrucciones 3D de alta precisión que sirven para estimar altura, biomasa y arquitectura del cultivo (desde la distribución de hojas hasta la forma de las espigas). Los sensores hiperespectrales analizan la luz reflejada por las plantas para inferir contenido de agua, clorofila, pigmentos y metabolitos, además de indicadores de capacidad fotosintética y estrés. El equipo se completa con cámaras térmicas, que miden la temperatura del dosel, y cámaras RGB de alta resolución para un análisis visual minucioso.

“Es una plataforma robótica que combina LiDAR y datos hiperespectrales para medir cultivos con precisión milimétrica”, explica Jiménez Berni. “Ha sido diseñada para transformar la investigación agrícola y abrir nuevas posibilidades en agricultura de precisión”.

Más allá del despliegue tecnológico, el valor práctico de CROPTIMUS-PRIME está en el tipo de datos que entrega. Permite monitorizar el ciclo completo del cultivo sin tocar la parcela, con mediciones objetivas y repetibles que superan las limitaciones de los muestreos manuales. En la práctica, esto acelera ensayos de mejora genética, favoreciendo la selección de variedades más productivas y resistentes al cambio climático en cereales, leguminosas y otros herbáceos. La recogida sistemática de información, parcela a parcela y campaña tras campaña, facilita además ajustar riegos, fertilización y manejo del cultivo con criterios medibles.

El proyecto no se queda en la investigación. “El robot es óptimo para el desarrollo de la agricultura de precisión porque permite crear herramientas más accesibles para pequeñas empresas y agricultores, acercando la digitalización a los productores y empujando la transición hacia sistemas más sostenibles y eficientes”, subraya el investigador del IAS-CSIC. La velocidad de escaneo y el enfoque no destructivo reducen costes y tiempos de los ensayos, y abren la puerta a protocolos de campo que antes eran inviables por carga de trabajo.

CROPTIMUS-PRIME es también un ejemplo de colaboración industrial y científica. El IAS-CSIC, a través del AgroPhenoLab que dirige Jiménez Berni, ha sido responsable del diseño y del software de captura y análisis. La construcción del robot corre a cargo de Agrobot, empresa española especializada en robótica agrícola, mientras que Grupo Álava ha suministrado y configurado parte de los sensores avanzados. Este triángulo coloca a España “en la vanguardia de la agricultura inteligente”, en palabras del propio equipo.

Entre los argumentos que el consorcio destaca como ventajas estratégicas figuran la posibilidad de incorporar nuevos sensores gracias a la plataforma modular, la objetividad y precisión de las mediciones para mejorar la toma de decisiones, y la contribución directa a la seguridad alimentaria y la resiliencia climática. En otras palabras, un instrumento pensado para medir mejor y decidir antes en un contexto donde el clima y los costes exigen elevar la eficiencia de cada hectárea.

Con su combinación de movilidad todoterreno, visión 3D, lectura espectral y análisis térmico, CROPTIMUS-PRIME acerca al campo un abanico de datos que, hasta ahora, se obtenían con equipos dispersos o con mucho trabajo manual. El siguiente paso pasa por expandir su uso en redes de ensayo y fincas piloto, integrarlo con plataformas de gestión y transferir conocimiento a técnicos y productores. El objetivo final es claro: que la alta tecnología deje de ser una rareza en el campo y se convierta en una herramienta cotidiana para producir más, mejor y con menos impacto.

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