En las áridas regiones de Almería, Granada y Murcia, epicentro del cultivo intensivo en España, científicos del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) han desarrollado innovadores portainjertos que prometen reducir a la mitad el consumo de agua y fertilizantes en cultivos de tomates. Financiado por la Fundación Séneca, el proyecto utiliza un portainjerto híbrido que mejora la eficiencia en la absorción de recursos, manteniendo la productividad incluso en condiciones de estrés hídrico. Ensayos en invernaderos han demostrado que, con un 50% menos de riego y fertilización, las plantas mantienen su desarrollo normal y producen tomates de alta calidad. Este avance, aún en fase de validación comercial, podría aplicarse a otros cultivos como el melón y la sandía, ayudando a reducir el impacto ambiental y los costos de producción en regiones con escasez de agua.
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