El FBI y la Agencia de Ciberseguridad de Estados Unidos afirmaron que no hay evidencia de que los destinatarios de un reciente intento de desinformación electoral hayan respondido a dichos esfuerzos. La presunta campaña buscaba socavar la confianza de los votantes en el proceso electoral y fomentar la división social en el país.
Leer noticia completa en El Mundo.



