El asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán a finales de julio, sigue sin respuesta iraní inmediata, generando incertidumbre en Israel mientras continúan los esfuerzos para un alto el fuego en Gaza. La Guardia Revolucionaria iraní, a través de su portavoz, sugiere que la represalia podría no ser inmediata ni similar a ataques anteriores, buscando mantener a Israel en «un estado de incertidumbre». Paralelamente, Egipto, Estados Unidos y Qatar median en El Cairo para cerrar brechas en el proceso de paz, intentando superar los nuevos obstáculos impuestos por Israel, que demanda control sobre ejes estratégicos en Gaza. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, insiste en que cualquier tregua será temporal. Negociadores tratan de evitar un colapso de las conversaciones, que podría llevar a una guerra regional más amplia.
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